¿Cómo acompañar el proceso de aprendizaje de la escritura de tus hijos en casa?

Dentro de las distintas formas de expresión del lenguaje, la escritura cobra un papel significativo en el desarrollo de los niños y niñas, por esta razón, al igual que sucede con las habilidades lectoras, la escritura se configura a partir del desarrollo de las funciones cognitivas, perceptuales y psicomotoras y se consolida o fortalece a través de la practica continuada de las letras, palabras, oraciones y frases que la conforman, sin embargo, al inicio de este proceso de aprendizaje de la escritura se pueden presentar dificultades que requieren de tu atención y compromiso.

La disgrafia se caracteriza como un trastorno del aprendizaje que implica dificultades en la expresión escrita, fallas ortográficas y otros errores gramaticales que pueden generar complicaciones en el entorno escolar, por esta razón es fundamental que como padres estemos atentos al desempeño de nuestros hijos frente a esta habilidad con la finalidad de detectarla y tratarla a tiempo, pese a que muchos niños que presentan disgrafia pueden tener una capacidad lectora normal y una habilidad intelectual media, con frecuencia pueden presentar dificultades ortográficas serias, desorganización de la escritura caracterizada por omisión, sustitución o intrusión de letras, dolor o incomodidad frente al uso del lápiz y escritura lenta en comparación con la de otros niños de su edad y nivel de escolaridad (Medina y Carvajal, 2021).

Según Veintimilla-Martínez y Barba-Gallardo, (2023), la disgrafia genera alto impacto a nivel del aspecto socioemocional y del autoestima de los niños que puede limitar su aprendizaje dentro de contextos escolares y en ocasiones pasa desapercibido o se invisibiliza frente a profesores y padres dificultando su temprana intervención, esta afectación funcional de la escritura no se encuentra dependiente necesariamente de la capacidad intelectual, sino que genera que los niños se confundan entre silabas y letras sin poder encontrar un sentido claro a lo que escribe de manera libre, haciendo copia de la lectura o dentro del dictado (Veintimilla-Martínez y Barba-Gallardo). Este problema específico del aprendizaje implica de la participación integral de padres y profesores y es recomendable buscar una valoración y acompañamiento profesional si se observan dificultades en la grafía que limiten el aprendizaje de los niños, en casa te invitamos a realizar ejercicios simples que te permitan hacer una revisión del proceso escritor de tus hijos, a continuación de brindamos algunas ideas para hacerlo:

Micro entrenamientos en casa

Toma rangos de tiempo de entre 5 a 10 minutos diarios que puedes variar haciendo dictados, entregándole un texto corto para transcribir o solicitándole que escriba algunas palabras o frases bajo tu supervisión. Inicia con palabras y ejercicios cortos y al terminar refuerza sus logros y acompáñale a corregir sus fallas.

Fomenta la precisión y la fuerza del trazo

Utiliza diversos materiales que estimulen el uso habilidoso de sus manos por medio del moldeo de plastilina, los recortes con precisión, los espirógrafos etc. con la finalidad de estimular su motricidad fina.

Utiliza material didáctico para incentivar la escritura

Puedes sorprender a tu hijo con actividades sencillas y divertidas de unir puntos, reescribir letras y palabras y dibujar formas que le ayuden a fortalecer su motricidad.

Referencias

Medina, G. Carvajal, R (2021). Dislexia, discalculia y disgrafia: Tres casos de estudio abordados desde la psicología y la neurociencia educativa. Analogía del comportamiento. No. 19 pp 109- 131.

Veintimilla-Martínez, A. Barba-Gallardo, P. (2023). La disgrafia y sus impactos en el aprendizaje de los niños. Revista Científica Arbitrada multidisciplinaria Pentaciencias. Vol. 5 Núm. 6 pp. 467-475.