La discalculia es definida como un trastorno de aprendizaje de la aritmética o el razonamiento matemático que no se encuentra relacionado con el nivel instructivo o nivel de inteligencia de quien lo presenta (Benedicto et. al., 2019), y puede ser congénito, heredable o presentar un componente neurobiológico que Kosc describió y tipifico en 1974 (Benedicto-López et. al., 2019) denotando: La Discalculia Verbal, que consiste en la dificultad para nombrar números, símbolos ó cantidades; Discalculia Pragtognostica: Que implica la dificultad para comparar, manipular o enumerar objetos; La Discalculia léxica que hace referencia a la complicación de la lectura y comprensión de símbolos matemáticos; Discalculia Ideognóstica, donde el niño puede presentar dificultades en la comprensión de conceptos matemáticos y del cálculo mental y por último, la discalculia operacional que incluye complicaciones para llevar a cabo operaciones y cálculos numéricos (Benedicto et. al., 2019).
Dentro de los planes curriculares a nivel educativo, el aprendizaje y competencia matemática de los niños y adolescentes es reconocida como fundamental, teniendo en cuenta la implicación de diversos procesos neuropsicológicos como la capacidad atencional, las habilidades espaciales, la memoria, el control inhibitorio y procesos mas complejos como la resolución de problemas, el desempeño efectivo de las funciones ejecutivas y la estimulación de los lóbulos frontales debido a la realización de actividades matemáticas (Hawthorne et. al., 2014 citado por Martínez-González, Piqueras-Rodríguez, Delgado y García-Fernández, 2018)
Según Rojas Suarez, Contreras-Hernández, Arévalo-Duarte, (2011), teniendo en cuenta la gran cantidad de niños y adolescentes que presentan necesidades especificas que requieren por sus características, no solo de la intervención educativa sino también desde otras especialidades que con la finalidad de potenciar sus procesos de aprendizaje, se encuentra relevante construir estrategias didácticas para incentivar a su vez el pensamiento complejo (Rojas-Suarez, Contreras- Hernández, Arévalo-Duarte, 2011 citando a Brunner, 1995), expone una percepción globalizada de dificultad frente a las habilidades matemáticas, razón por la cual es fundamental diseñar actividades que faciliten su comprensión de manera sencilla tanto a nivel escolar como en casa, frente a un estudio de intervención didáctica para promover el aprendizaje de las matemáticas, se encontró como factor causal que los niños con discalculia además de su predisposición genética podrían tener problemas de estabilidad familiar y acompañamiento académico por parte de los padres disminuidos o no persistentes en casa, por otra parte, se encontró que adicionalmente presentaban problemas en la escritura, lectura, comprensión y agrupación de números y signos matemáticos (Rojas-Suarez et. al., 2011), teniendo en cuenta la
mportancia del razonamiento lógico matemático en el proceso del desarrollo de los niños y adolescentes y su influencia en el desempeño cognitivo y el rendimiento escolar, a continuación, te brindamos algunos ejercicios que puedes hacer para consolidar sus habilidades en este aspecto:
Ejercicio 1: “Compras de supermercado”

Ejercicio 2 “Sana competencia en la mesa”

Ejercicio 3. “Piensa rápido”

Referencias
Benedicto -López, P. Rodríguez-Cuadrado, S. (2019). Discalculia: Manifestaciones clínicas, evaluación y diagnóstico. Perspectivas anuales de intervención educativa. Relieve. 25 (1) pp1-21.
Martínez-González, A. Piqueras-Rodríguez, E. Delgado, B. y García -Fernández, L. (2018). Neuroeducación: Aportaciones de la neurociencia a las competencias curriculares. Publicaciones. 48 (2) pp 23-34.
Rojas-Suarez, A. Contreras-Hernández, A. Arévalo-Duarte, M. (2011). Intervención didáctica para promover el aprendizaje de las matemáticas en niños con discalculia. Respuestas No. 2 pp 5-13.